domingo, 21 de abril de 2019

Huellas de gigantes

A pesar de que cada uno de nosotros solo vive un aproximado de 80 años en el planeta, todo lo que consumimos durante todo ese tiempo permanece en la Tierra por unos cuantos millones de años más. Aunque día a día quizás no nos parezca tanto, el impacto que generamos por cada producto que usamos y desechamos desde que nacemos hasta que morimos en realmente desconcertante. El indicador del impacto ambiental que se genera por la demanda de recursos de la Tierra en relación con la capacidad de que se regeneren se llama huella ecológica.
Para tomar conciencia sobre nuestra huella ecológica visualicé un documental de National Geographic donde se muestra el impacto que genera una persona promedio del Reino Unido. Luego, elegí la famosa frase de Gro Harlem Brundtland "El desarrollo sostenible es cuestión de disciplina. Significa que la humanidad debe satisfacer las necesidades sin comprometer las de generaciones futuras" para retratar con diferentes fragmentos del documental.

En esta parte del documental se expresa como algo que no se puede evitar, como lo es que niños pequeños necesiten usar pañales, genera tantas contaminación y emisiones nocivas para el planeta, poniendo en peligro el desarrollo futuro.

En este fragmento podemos ver como una necesidad tan importante como consumir verduras fue transformada por las empresas en una de las mayores fuentes de residuos y por lo tanto, de contaminación. En esta cuestión, ser consumidores sustentables es tan sencillo como dejar de comprar frutas y verduras empaquetadas y simplemente comprarlas sueltas.

Bañarse se ha transformado en una parte casi vital de nuestra vida y es posible que nunca nos hayamos puesto a pensar en el impacto que genera nuestro uso del agua y el plástico que descartamos por los envases de cada producto. Ya que no vamos a dejar de bañarse, al menos podríamos empezar a tomar conciencia tomando duchas más rápidas y usando solo los productos indispensables, reempazandolos por productos sustentables o reutilizando envases.

En la actualidad nos es imposible no tener una computadora, transformándose ahora en una necesidad más que un simple capricho. Sin embargo, esta nueva necesidad pasa muy por alto la sustentabilidad debido a todos los materiales que conlleva fabricarla. Aún peor es toda la basura electrónica que generamos al desecharlas. Aquí también entra en juego la obsolescencia programada.



En la mayoría de nuestras casas se compra el diario una vez a la semana lo cual hace que seamos responsables de la tala de cientos de árboles. Si bien estar informado es una necesidad, en la actualidad podemos acceder a la información de muchas otras formas sin tener que abusar de los recursos.



Todo lo que hagamos en el planeta durante nuestra vida deja un impacto. Por eso, hay que pensar en las generaciones que nos sucederán y tratar de que nuestras acciones influyan lo menos posible en su desarrollo a futuro.



sábado, 13 de abril de 2019

Arte matemático

“Las nubes no son esferas, las montañas no son conos, las costas no son círculos, y las cortezas de los árboles no son lisas, ni los relámpagos viajan en una línea recta”. Con esta frase el matemático Benoît Mandelbrot nos introduce al mundo de la geometría fractal. Pero… ¿qué son los fractales? Un fractal es una figura cuya estructura básica se repite de igual forma en diferentes escalas de manera infinita. Es decir, tienen la característica de la autosimilitud. A pesar de que hay registros de estudios mucho anteriores, el término fue utilizado por primera vez en 1975 por Mandelbrot quien lo tomó de la palabra en latín fractus (fragmentado, fracturado). La geometría fractal es el campo que más recientemente se ha desarrollado en la Matemática. Uno de los ejemplos más conocidos es la del copo de nieve de Koch, también llamada curva de Koch.



Como la gran mayoría de las áreas matemáticas, los fractales están presentes en todos lados: en la naturaleza, en nuestro cuerpo, en la medicina, en el cine, en la música, en el arte, entre otras tantas aplicaciones.
A partir del descubrimiento de Mandelbrot, muchos artistas empezaron a experimentar con la creación de fractales en programas digitales, ya que al cambiar las ecuaciones y colores la variedad de fractales posibles era infinita. Así fue como nació un movimiento propio denominado Arte Fractal.
Algunos de los artistas fractales más reconocidos son Kerry Mitchell, Greg Sams, Vicky Brago-Mitchell, Scott Draves y el argentino Carlos Ginzburg.

Striped 3 de Kerry Mitchell
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Obra de Carlos Ginzburg

Rainbow Avenue de Greg Sams
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Esperanza de Vicky Brago-Mitchell
Sin embargo, el artista estadounidense Jackson Pollock (1912-1956) ya utilizaba los fractales en sus obras, aún sin haber sido desarrollada la teoría en ese entonces. Pollock tenía una forma muy personal de realizar sus obras, colocaba el lienzo en el suelo y salpicaba la pintura con movimientos bruscos. Esto sorprendió al físico Richard Taylor, quien decidió someter su obra a una investigación, digitalizándola y estudiando sus características estadísticas. Así fue como descubrió que los cuadros de Pollock contenían fractales.
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Blue Poles (1952) de Jackson Pollock 
Las configuraciones fractales de su obra coinciden con las de las nubes. Entonces, se cree que Pollock los empleó en su obra basándose en la naturaleza, donde los fractales otorgan un orden escondido a lo que a simple vista pareciera ser un caos.


Fuentes consultadas:
El arte fractal y las matemáticas
Fractales: Arte, Ciencia y Naturaleza

jueves, 4 de abril de 2019

Crónica de un objeto con muerte anunciada

La obsolescencia programada es cuando la vida útil de un objeto es diseñada desde su fabricación, la cual es generalmente muy corta. De este modo, al ser excedida esa determinada cantidad de tiempo de uso, el objeto tiene que ser reemplazado por uno nuevo. Luego de ver este documental pudimos ampliar lo que es este concepto y ver la relación que tiene con otros temas ambientales y sociales.
Al hablar de la obsolescencia programada es casi imposible no pensar en el consumo y el consumismo. A pesar de ser muchas veces confundidos, el consumo es vital para todos los seres humanos ya que simplemente se trata de la satisfacción de las necesidades básicas a través de los recursos naturales. Por otro lado, el consumismo es el exceso de la satisfacción, comprar por comprar. Esta cultura se empezó a desarrollar a la par de la obsolescencia programada obligatoria, que fue instalada con el objetivo de hacer frente a la crisis económica. Es decir, si los objetos que la gente compraba eran intencionalmente de menor calidad y duraban un período corto de tiempo, en algún momento iban a tener que comprarlos otra vez, toda la gente comprando más y más iba a mantener la industria en producción y así remontaría la economía. 
A pesar de ser visto como la raíz del crecimiento económico, el consumismo causa un grave impacto cada vez más visible y peor. Dos claros ejemplos del impacto que se genera a nivel tanto ambiental como social son los casos de Agbogbloshie en Ghana y la Isla de las Flores en Brasil. El primer lugar es una localidad del país africano al que van a parar desechos electrónicos provenientes del primer mundo, los cuales, al haber un tratado internacional que prohíbe la importación de residuos, son falsamente declarados como productos de segunda mano. En el documental se destaca como antes  había un río allí, donde los niños jugaban, que en cuestión de años se transformó en nada más que un basurero, desapareciendo a su vez toda la fauna y flora autóctona de ese ecosistema. La Isla de las Flores se encuentra en Porto Alegre, donde abunda la basura proveniente de la ciudad, hay cerdos y gente pobre. Ninguno de estos dos casos es aislado, ya que no es nada nuevo que todo aquello que descartamos, de lo que nos olvidamos que alguna vez lo compramos o que incluso existió, no desaparece mágicamente del planeta,  es enviado y acumulado en lugares que para nosotros son remotos, habitados por gente que no tiene recursos suficientes para satisfacer sus necesidades. Estos seres humanos no solo tienen que vivir entre toneladas de basura, sino que además deben revolver entre ella para poder encontrar algo de alimento o metales por los que pueden llegar a recibir algo de dinero. Resumidamente, todos nuestros desechos, los cuales cada vez aumentan más por culpa del consumismo, terminan en comunidades pobres, contaminando así ecosistemas y obligando a sus habitantes a vivir entre todo aquello que ya pasó a sernos inútil.
La obsolescencia programada es un hecho que se viene dando desde los años 30, por lo que también dio tiempo a que se desarrollaran proyectos sustentables para frenarla. Una forma de contrarrestar la cantidad de basura generada que luego es acumulada es imitar el ciclo natural, el cual solo produce nutrientes que sirven para otros organismos. Para lograrlo, se debe rediseñar el proceso de producción y los materiales utilizados, empleando el uso de materiales biodegradables. Además, si se tuviera en cuenta el costo real de los recursos utilizados, del consumo de energía y del transporte de cada producto que es fabricado, los empresarios estarían incentivados a hacer productos que duren para siempre.
Finalmente, cada uno debe entender el rol que cumple en esta sociedad consumista, atada a la obsolescencia programada y ser responsable de sus actos para poder lograr un verdadero cambio, ya que es imposible si solo unos pocos se hacen cargo de los errores de toda la humanidad.


El mapa conceptual a continuación plantea la relación que existe entre la obsolescencia programada y otros conceptos charlados en clase.