A pesar de que cada uno de nosotros solo vive un aproximado de 80 años en el planeta, todo lo que consumimos durante todo ese tiempo permanece en la Tierra por unos cuantos millones de años más. Aunque día a día quizás no nos parezca tanto, el impacto que generamos por cada producto que usamos y desechamos desde que nacemos hasta que morimos en realmente desconcertante. El indicador del impacto ambiental que se genera por la demanda de recursos de la Tierra en relación con la capacidad de que se regeneren se llama huella ecológica.
Para tomar conciencia sobre nuestra huella ecológica visualicé un documental de National Geographic donde se muestra el impacto que genera una persona promedio del Reino Unido. Luego, elegí la famosa frase de Gro Harlem Brundtland "El desarrollo sostenible es cuestión de disciplina. Significa que la humanidad debe satisfacer las necesidades sin comprometer las de generaciones futuras" para retratar con diferentes fragmentos del documental.
En este fragmento podemos ver como una necesidad tan importante como consumir verduras fue transformada por las empresas en una de las mayores fuentes de residuos y por lo tanto, de contaminación. En esta cuestión, ser consumidores sustentables es tan sencillo como dejar de comprar frutas y verduras empaquetadas y simplemente comprarlas sueltas.
Bañarse se ha transformado en una parte casi vital de nuestra vida y es posible que nunca nos hayamos puesto a pensar en el impacto que genera nuestro uso del agua y el plástico que descartamos por los envases de cada producto. Ya que no vamos a dejar de bañarse, al menos podríamos empezar a tomar conciencia tomando duchas más rápidas y usando solo los productos indispensables, reempazandolos por productos sustentables o reutilizando envases.
En la actualidad nos es imposible no tener una computadora, transformándose ahora en una necesidad más que un simple capricho. Sin embargo, esta nueva necesidad pasa muy por alto la sustentabilidad debido a todos los materiales que conlleva fabricarla. Aún peor es toda la basura electrónica que generamos al desecharlas. Aquí también entra en juego la obsolescencia programada.
En la mayoría de nuestras casas se compra el diario una vez a la semana lo cual hace que seamos responsables de la tala de cientos de árboles. Si bien estar informado es una necesidad, en la actualidad podemos acceder a la información de muchas otras formas sin tener que abusar de los recursos.
Todo lo que hagamos en el planeta durante nuestra vida deja un impacto. Por eso, hay que pensar en las generaciones que nos sucederán y tratar de que nuestras acciones influyan lo menos posible en su desarrollo a futuro.
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