Había una vez un reino llamado Clivenston donde habían dos príncipes gemelos, uno se llamaba Freddy y el otro Freddo. Pero ellos eran especiales, ¡Estaban pegados! La cabeza de Fredo estaba pegada a la de Freddy, y el hombro de Freddy estaba pegado al hombro de Freddo. No se podían separar ya que compartían cerebro y ningún medico accedía a esta operación porque era muy riesgosa.
Los hermanos eran muy buenos además de bellos. Reinaban con justicia y bondad y gracias a eso las mujeres del pueblo se sentían muy atraídas a ellos. A Freddo le gustaba un chica llamada Gladys la cual apodaban “La Bomba Tucumana” pero a Freddo no le agradaba que Gladys vuelva a todos locos (incluyendo a Freddy) con su pollera amarilla. Ella era morena de piel con una cabellera rubia y ojos marrones los cuales conquistaban a todo el reino. Al compartir cerebro con Freddo, Freddy sentía lo mismo por Gladys, y para mala suerte de Freddo, La Bomba Tucumana, Gladys, también se sentía atraída hacia Freddy. Entonces se pusieron de novios sin importar los sentimientos del otro.
Luego de un año, Freddy le propuso casamiento a Gladys. Freddo, muerto de celos se quería separar de su hermano, entonces la noche anterior a la boda, tomo el machete que estaba debajo de su cama y mató a su hermano sin darse cuenta de que el moriría también.
Pasaban los meses y Gladys seguía afectada por este hecho, entonces busco apoyo en Dios y se interno en un convento de monjas el cual paso toda su vida y pudo olvidarse de los hermanos.
Nazarena: En mi libreta te tenía como ausente para la realización de esta actividad. ¿Participaste en la construcción de esta historia?
ResponderBorrar¡Lo charlamos el miércoles en clase y aclaramos!