En esta carta el jefe, como no tenían otra opción, pide que cuiden de esas tierras como las había cuidado cada persona que había vivido allí. Dice que cada parte de esas tierras son sagradas. El hombre blanco al comprarlas las destruiría y las explotaría, matando a las especies del lugar y, posiblemente llevándolas en un futuro a un riesgo de extinción, y se perdería el ecosistema y parte de la biodiversidad.
Yo creo que estos mismos problemas ocurren hoy en día, ya que el principal foco de las personas es el dinero, y no se le da tanta importancia a lo que realmente debería importarnos, la naturaleza. Entonces, se puede decir que no estamos viviendo la vida, sino la supervivencia.
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